Sirio es la segunda estrella más cercana a la Tierra (la primera es el Sol), y por ello considero interesante hablar de ella.
Si miráis al cielo por la noche, veréis que hay un punto que brilla más que los demás, teniendo en cuenta que no sea un planeta, estaréis observando a Sirio.
Sirio forma parte de la constelación llamada Can Mayor. Aunque no es tan conocida, es una constelación importante y muy cercana a la ya más conocida Orión.
En la mitología, esta constelación y su hermana Canis Minor, representan los perros de caza de Orion; pero volvamos al tema que nos envuelve.
Puede pareceros muy extraño, pero realmente Sirio no es una estrella tal y como nos la imaginamos: es un sistema de estrellas, es decir, dos estrellas que viajan juntas girando una alrededor de la otra, debido a la fuerza de la gravedad.
Su compañera fue bautizada en 1862 como Sirio B, y es una enana blanca.
Supongo que os preguntaréis qué es una enana blanca. La enana blanca es una etapa de la vida de las estrellas en la que a la estrella se le ha acabo el combustible, es de un tamaño realmente pequeño comparado con el resto de estrellas, y por eso llevo tanto tiempo saber de su existencia.
Si nos centramos en Sirio A, una de las cifras realmente impresionantes que definen esta estrella es 10 000. No parece tan impresionante hasta que averiguas a qué se refiere, porque esto es la temperatura superficial en grados centígrados.
Supongo que otra pregunta que podéis haceros fácilmente es: Bueno, si esta es la estrella más cercana a la Tierra después del Sol, ¿porque sólo es un poco más grande que las demás?
Es una buena pregunta, pero tiene fácil respuesta.
Es la más cercana, eso es cierto, pero esta demasiado lejos para verla más grande. Por ello, imaginaos la distancia a la que se encontrarán el resto de estrellas.